¿Cómo enfriar el coche rápido en verano?
Ahora que se acerca el verano y las temperaturas empiezan a aumentar en gran parte de la geografía española, la idea de coger el coche empieza a resultarnos incluso desagradable. Con todos los elementos del interior del vehículo ardiendo y el calor asfixiante, necesitamos enfriarlo lo más rápido posible. Pero, ¿cuál es la mejor manera de conseguirlo?
¿Cómo se produce la transferencia de calor?
Antes de explicar cómo enfriar el coche rápido en verano, recordaremos a grandes rasgos las tres maneras en las que se transfiere el calor y que hacen que el coche se caliente y que podamos enfriarlo incluso sin hacer uso del aire acondicionado o del climatizador.
- Radiación: la radiación térmica o calorífica es la que emite un cuerpo cuando su temperatura es muy elevado, lo que da lugar al movimiento térmico entre las partículas cargadas que hay en la materia.
- Contacto: se trata de un proceso de transmisión de calor que se produce por contacto entre ambos cuerpo de manera directa. Por ejemplo, cuando colocamos nuestra mano sobre el volante caliente.
- Convección: puede ser una aplicación de transferencia por contacto entre moléculas que se mueven, por diferencia de presión o por la combinación de ambas. Cuando abrimos una ventana, el aire fresco va enfriando la estancia por convección natural.
¿Por qué se calienta el coche?
Un vehículo estacionado bajo el sol se calentará debido a la radiación. Los rayos del sol calientan la cubierta y se reparte por el resto de la carrocería por contacto. Así pues, cuando el sol da sobre el coche, la chapa, los neumáticos y las lunas se calientan y, por tanto, la temperatura del aire del interior del habitáculo se incrementa. Por eso, es importante intentar aparcar en un garaje o a la sombra en verano si queremos evitar la radiación térmica, lo que facilitará el proceso de enfriamiento del coche incluso sin necesidad de encender el aire acondicionado, lo que se consigue por convección.
¿Cómo enfriar el coche?
El proceso de transferencia de calor mediante convección se lleva a cabo a través del movimiento de las moléculas. Al abrir las ventanillas, se crea corriente de aire que viene de fuera del vehículo y que baja la temperatura del habitáculo. Incluso si cuando nos montamos en él, bajamos las ventanillas y activamos el aire acondicionado, se crea una corriente de aire de fuera hacia adentro que contribuye a reducir la temperatura del habitáculo. De este modo, lograremos ventilar. Para potenciar el efecto de convección, podemos abanicar el coche puerta del conductor con las ventanillas bajadas. Gracias a ello, podemos rebajar la tempratura varios grados en el habitáculo.
Una vez que estemos en marcha, deja las ventanillas bajadas un ratito, tanto para generar convección como para ayudar al sistema de climatización a enfriar el coche por dentro más rápido. No obstante, recuerda que si conduces por autovía a más de 80 km/h, el coche consumirá más carburante.
Por otro lado, hay que mencionar que, aunque el parasol es un elemento muy útil, no ayuda a enfriar el coche. Lo que nos permite es poder coger el volante sin quemarnos cuando el vehículo se ha pasado mucho tiempo al sol, pero no evita que el calor se transfiera por contacto desde la cubierta hacia el interior del mismo. Pero también por convección hacia el aire del interior.
En resumen, la mejor manera de enfriar el coche en verano es que se caliente. Pero si esto no es posible, siempre podemos intentar acelerar el proceso gracias al efecto de convección, de modo que el aire de fuera nos ayude a rebajar la temperatura de dentro.