¿Por qué falla la batería de mi coche en verano?
Las bajas temperaturas del invierno hacen que muchas veces nos cueste arrancar el coche por la mañanas, pero las altas temperaturas del verano también pueden afectar al rendimiento del sistema eléctrico de nuestro vehículo, siendo la batería una de las averías más habituales en esta época del año. Según un estudio llevado a cabo recientemente por Maphre y el RACC, la mitad de las averías en carretera tienen que ver con el sistema eléctrico y una de cada tres tiene que ver con la batería.
La temperatura óptima de funcionamiento de la batería es de 25 grados. Por eso, cualquier disminución o aumento de la temperatura puede afectar a su rendimiento y reducir su vida útil, sufriendo daños o dejando de funcionar sobre todo cuando ya tiene algunos años. Las elevadas temperaturas aceleran el desgaste de los elementos, descomponiendo las moléculas de azufre del interior con más rapidez y provocando que se descargue por la pérdida de la gravedad en los electrolitos.
¿Cómo comprobar el estado de la batería?
Para evitar este tipo de inconvenientes, especialmente si vamos a hacer un viaje largo por carretera, es importante que lleves a cabo un adecuado mantenimiento de la batería, sobre todo si ya tiene más de cuatro años. Si esperas a que la luz roja de la batería del cuadro de instrumentos se encienda, puede que sea demasiado tarde.
- Es recomendable usar un voltímetro para medir la diferencia de potencial eléctrico entre dos puntos del circuito. Una aparato muy sencillo que debe colocarse con unos guantes de goma, ya que la batería cuenta con plomo-ácido, lo que puede provocar quemaduras químicas. Normalmente, cualquier tensión de menos de 12V indica que el rendimiento ya no es adecuado y que debería revisarse en un taller. Y es que en estos casos es importante averiguar la causa del bajo estado de la batería. Si la batería no está vieja, lo más probable es que el mal funcionamiento tenga que ver con una correa destensada o con un fallo en el alternador.
- Muchas de las baterías que podemos encontrar actualmente disponen de un visor plástico con las funciones de un densímetro. Su color nos da pistas sobre su estado. No obstante, hay que tener en cuenta que esta información no siempre es fiable, puesto que el visor solamente detecta el elemento donde se haya incrustado, por lo que la lectura puede ser errónea, pero nos dará pistas sobre si hay un fallo.
- También podemos usar un hidrómetro para comprobar el estado de la carga de la batería. Gracias a este instrumento, podemos medir la densidad del electrolito. Los electrolitos de la batería están formados por un 65% de gua y por un 35% de ácido sulfúrico. A mayor concentración de ácido sulfúrico, mayor será la densidad.
Si no tienes claro cómo usar este tipo de herramientas, es recomendable que acudas a tu taller de confianza, donde los mecánicos podrán comprobar el estado de la batería y determinar si es necesario reemplazarla por una nueva. Si ya has intentado arrancar el coche con unas pinzas y no ha funcionado, acudir al taller es la única solución. Pero incluso si arranca y sigue dando problemas, la mayoría de las veces la solución pasa por cambiarla.