Autogas: ¿Qué es y para quién tiene sentido?
El autogas o GLP es un gas licuado del petróleo que se obtiene de la mezcla de butano comprimido y propano. Y, aunque tiene diversos usos, lo cierto es que uno de los más destacados es el de combustible para automóviles. Un tipo de gas que empezó a usarse en el mundo de la automoción en España en el año 2003. Su mayor ventaja es el precio, ya que actualmente cuesta alrededor de 0,7 € el litro, menos de la mitad del precio de la gasolina o el diesel.
Pero además, es un combustible mucho más respetuoso con el medio ambiente pues las emisiones de CO2 son un 15% inferiores a las de la gasolina, un 70% menos de NOx y un 99% menos de partículas contaminantes con respecto a otros combustibles. Por esta razón estos coches están identificados como ECO por la DGT. Lo que quiere decir que pueden ser usados sin verse afectado por los periodos de restricciones de tráfico por la aleevada contaminación dentro de las ciudades.
Solamente puede ser usado por los motores de gasolina, ya que este gas de comporta de una forma muy parecida a esta cuando se inyecta en los cilindros, por compresión y no por ignición como los vehículos de diesel. Eso sí, esto no quiere decir que podamos ir a la gasolinera y llenar nuestro coche de gasolina con GLP. Para ello, es necesario hacer una transformación a nuestro vehículo para que puedan funcionar con gas, lo que suele costar entre 2.000 y 2.500 euros. Con lo cual, si usamos mucho nuestro coche y le exigimos mucha intensidad normalmente, puede que nos interese hacer el cambio, pero si no, lo más probable es que no sea rentable. Para que nos salga a cuenta, debemos hacer al menos 15.000 km al año.
La transformación consiste en la instalación de un tanque de gas que se instala debajo del maletero, en el compartimento de la rueda de repuesto y generalmente cuenta con una capacidad de 56 litros.
Si lo que estás pensando es en compra un coche nuevo y no en una transformación, debes saber que los vehículos Autogas son una de las mejores compras que pueden hacerse actualmente, ya que su precio es muy económico. Muy parecido al de los vehículos diesel y a ello además debemos añadir el ahorro del que podemos disfrutar gracias a las subvenciones y ayudas que ofrecen los gobiernos actualmente para su adquisición, como el Plan MOVALT. Un plan que no solamente se ha ideado para ayudar a la compra de este tipo de vehículos, sino también para impulsar la creación de nuevas infraestructuras de recarga. Actualmente ya existen 53.000 vehículos de este tipo circulando por las carreteras españolas y 550 estaciones de servicio que ofrecen este tipo de combustible repartidas por todo el país.
No obstante, como ocurre con todo, el Autogas también presenta sus inconvenientes. Al hacer el cambio a gas, el coche pierde un 2% de potencia y el consumo de combustible aumenta en un 5% aproximadamente. Cuestiones que apenas se notan. Lo que sí es verdad es que todavía no existen muchas gasolineras en España que ofrezcan este tipo de combustible, por lo que es importante planificarse bien y saber dónde se encuentran. Y, en cualquier caso, si nos quedamos sin gas, siempre existe la posibilidad de recargar el coche con gasolina, ya que estos coches cuentan con una tecnología bifuel que les permite circular indistintamente con ambos tipos de combustible. No obstante, es raro quedarse sin gas pues la autonomía mínima de estos motores suele ser de unos 500 km.