Trucos para ahorrar gasolina sin conducir menos
No hace falta más que visitar cualquier gasolinera e intentar llenar el depósito, para darse cuente que los niveles de precios de la gasolina se han disparado. Prácticamente nos cuesta el doble llenarlo por completo, y más ahora que se acerca el verano, y las vacaciones están a la vuelta de la esquina.
Muchas veces, cuando alguien pregunta cómo ahorrar combustible, las primeras respuestas que recibe son sugerencias sobre cómo desplazarse sin vehículo propio, como ir en bicicleta, caminar o utilizar el transporte público. Y aunque es verdad que a veces estas sugerencias son útiles, otras veces hacer estos cambios es un golpe demasiado drástico para el estilo de vida de una persona, o directamente son imposibles. El transporte público no llega a todas partes, y algunos lugares de trabajo se encuentran tan alejados que ir caminando o incluso en bici, queda descartado.
Lo que realmente puede ayudarte, es ahorrar gasolina mientras sigues conduciendo. Y afortunadamente, hay formas de conseguirlo.
El mantenimiento de tu vehículo ayuda a ahorrar gasolina
Si vas al trabajo con dolor de cabeza o resfriado, lo más probable es que empieces a sentirte agotado antes de que acabe el día. Lo mismo ocurre con tu coche. Cualquier vehículo va a obtener su mejor kilometraje de gasolina si funciona lo mejor posible. Los fabricantes de automóviles pueden anunciar un excelente rendimiento de la gasolina, pero si el vehículo no funciona correctamente, consumirá más combustible solo para funcionar.
Presta atención a cosas como la luz de control del motor, y asegúrate de que los neumáticos se mantienen correctamente inflados. No busques un vehículo con un motor más potente del que realmente necesitas. Además de reducir el ahorro de combustible, ignorar los problemas también aumenta las emisiones perjudiciales para el medio ambiente. No estar al día con el mantenimiento básico también puede suponer mayores costes de reparación a largo plazo.
Conduce de forma conservadora y ahorra gasolina
Si eres de lo que se considera un conductor agresivo, no te sorprendas al ver facturas disparatadas en el surtidor. Se sabe que la conducción agresiva reduce la eficiencia del combustible en casi un tercio.
Una conducción suave, sin cambios bruscos consume a la larga mucho menos combustible, y te hará llegar de mejor humos a tu destino.
Vigila tu velocidad
Conducir al límite de velocidad es en realidad una práctica que puede ahorrar combustible, ya que el ahorro de combustible empieza a disminuir a partir de 80 km/h. Frenar demasiado y acelerar bruscamente también puede ser duro para la eficiencia, ya que puede quemar hasta un litro y medio de combustible en una sola hora.
Calcula el tiempo de conducción
Una de las mejores tácticas para ahorrar combustible es asegurarte de que, cuando conduces, te mueves lo máximo posible. Eso significa limitar el tiempo que dejas el coche al ralentí. Normalmente se aconseja no tener el vehículo parado más de 10 segundos, si es posible.
Cuanto más tiempo tengas que arrancar y parar en los semáforos, más combustible gastarás y más duro será para tu coche. Si reduces la velocidad antes de frenar, las cosas serán más fáciles. Cuando las carreteras son buenas, el control de crucero puede ser una herramienta útil para ahorrar combustible, aunque no es una buena opción para las carreteras resbaladizas.
Cuidado con el aire acondicionado
Subirse a un coche bien fresco en un día caluroso puede sentar bien, pero si lo que quieres es ahorrar gasolina, un exceso en el uso del aire acondicionado no es necesariamente lo mejor. Enfriar el coche abriendo las ventanillas es una alternativa que ahorra más combustible.
Hay muchos vehículos en el mercado que están diseñados para una gran eficiencia en el consumo de combustible, pero la forma en que conduces y cuidas tu vehículo es tan importante como elegir el mejor vehículo posible.