
Averías de coches más frecuentes en verano
Del mismo modo que el calor hace que nos sintamos cansados en los meses de verano, las altas temperaturas también afectan al funcionamiento de nuestro vehículo. Obviamente los extremos no son buenos y si en invierno es habitual encontrarnos con problemas de arranque por fallos en las baterías y calentadores de los coches diesel, en verano pueden surgir algunos inconvenientes relacionados con el aire acondicionado, la temperatura del motor, los neumáticos o los frenos. A continuación te explicamos cuáles son las averías de coches más frecuentes en verano y cómo evitarlas.
1. Averías del motor
Los calentones que provocan averías en el motor son comunes en esta época del año, lo que tiene que ver principalmente con dos elementos fundamentales que afectan al buen funcionamiento de nuestro vehículo y que sufren mucho el aumento de las temperaturas: el termostato y el electroventilador. Ambos elementos se ocupan de regular la temperatura del motor, llevando al motor y controlando el líquido refrigerante. Si fallan, el líquido no llega, lo que termina por ocasionar un sobrecalentamiento en el motor.
2. Problemas con el aire acondicionado
En verano tendemos a abusar del aire acondicionado de nuestro coche, por lo que los filtros suelen obstruirse más rápidamente, llegando incluso a provocar averías en el sistema, lo que puede llegar a ser muy costoso y un auténtico problema en los días más calurosos. Por este motivo, es de vital importancia que antes de iniciar un largo trayecto, compruebes que los filtros del aire se encuentren en perfectas condiciones y que los limpies bien.
3. Avería de la válvula EGR
Se trata de uno de los elementos más desconocidos pero más importantes de nuestro vehículo. Su misión es redirigir los gases con partículas contaminantes hacia el sistema de combustión para evitar que las partículas se acumulen y lleguen al motor. En verano, las partículas contaminantes presentes en el aire aumentan, por lo que también se incrementa el trabajo que esta pieza debe hacer. La acumulación de partículas puede hacer que pierda efectividad y que se termine averiando o afectar al motor. Por eso, es esencial que la limpies antes de cualquier viaje.
4. Pinchazos o reventones de neumáticos
Otro de los elementos de nuestro vehículo que más sufren en verano son los neumáticos, que se deterioran más rápido debido al calor de la carretera, lo que puede hacer que pierdan eficacia y que tu seguridad se vea comprometida. Lo que unido a que en esta época solemos hacer trayectos más largos, hace que los neumáticos se terminen desgastando considerablemente. Por esta razón, es fundamental que revises la presión y el estado de los neumáticos a menudo para evitar sorpresas desagradables que puedan arruinar tus viajes.
5. Alabeo de frenos
Cuando nos vamos de vacaciones, muchas veces tendemos a cargar el coche más de la cuenta con el equipaje. Este aumento de peso y las mayores temperaturas externas hacen que los frenos se calienten en exceso. Es importante que no laves el coche nada más llegar de viaje, ya que si los discos de freno se mojan estando calientes, pueden doblarse. Entonces, seguramente empecemos a notar vibraciones en el pedal, lo que se conoce como "alabeo de frenos".
6. Rotura del limpiaparabrisas
Que normalmente no los usemos en verano no quiere decir que no tengamos que revisarlos. Debes tener en cuenta que las gomas de los limpiaparabrisas sufren mucho con el calor y que pueden estropearse en exceso debido a los efectos del sol. Por esta razón, es fundamental que las revises bien para evitar que la goma se cuartee y termine perdiendo eficacia.