
Fallos en los frenos del coche: averías más frecuentes
Junto con los neumáticos y los amortiguadores, los frenos son uno de los elementos más importantes de la seguridad activa de nuestro vehículo. Por eso, es importante aprender a detectar a tiempo fallos y averías para evitar problemas mayores que puedan poner en riesgo nuestra vida. Afortunadamente, antes de que se produzca una avería grave, normalmente nuestro coche nos empezará a dar ciertas señales de que existe un fallo en los frenos. Hoy, en Talleres Yepes (Illescas), te explicamos cuáles son esas señales.
Vibraciones en el pedal
Si al frenar, notas vibraciones en el pedal, quiere decir que los rodamientos de las ruedas no se encuentran en buen estado o que ha problemas con el material del que están hechos los discos.
Recorrido demasiado largo
Si el pedal de freno tiene un recorrido demasiado largo, puede deberse a que las pastillas están desgastadas, a una fuga en el circuito hidráulico o a la existencia de aire en el mismo. Si las pastillas están desgastadas, lo normal es que escuches un pitido cada vez que frenes y tendrás que cambiarlas cuanto antes. Si se trata de una fuga, debe reemplazarse la zona con la pérdida. Y si hay aire en el circuito, habrá que hacer una purga.
Pérdida de eficacia
Si los frenos no responden adecuadamente y tardan más de lo habitual en detener el coche, significa que las pastillas son de mala calidad o que están haciendo mal contacto con el disco de freno. En estos casos, la única solución es reemplazar el elemento que está causando el fallo.
Dureza excesiva
Si tienes que pisar con mucha fuerza el pedal para que el coche se detenga, puede que los discos estén demasiado engrasados o cristalizados y que las pastillas no estén mordiendo bien los frenos. Pero también puede estar relacionado con que el pistón de una mordaza se haya gripado, que los discos estén estropeados o que el cilindro maestro se haya agarrotado. Incluso puede tener que ver con un fallo en el servofreno.
El coche se va de lado
Si al frenar en una recta, el vehículo se desplaza hacia un lado, es aconsejable que revises las pastillas de los neumáticos para verificar que no están cristalizadas o sueltas; los discos para ver si están en buenas condiciones; y los cilindros de la mordaza que podrían estar bloqueados. Pero también puede estar relacionado con una deformación en las tuberías del circuito. Las soluciones variarán en función del tipo de avería.
Líquido de freno inadecuado
Otra de las razones por las que los frenos podrían estar fallando es el uso de un líquido inadecuado o que este no llegue al nivel mínimo establecido. Si el líquido no es el adecuado, tenemos que reemplazarlo por el que nos recomiende el fabricante y después rellenar hasta el nivel recomendado, comprobando que no quede aire en el interior.
La carrera del pedal se reduce
Si la carrera del pedal de freno se reduce, la avería está en el cilindro maestro o en los muelles, haciendo que el pistón vuelva a su posición normal y que no estén trabajando correctamente o que el pistón del cáliper se quede pegado.
Tacto esponjoso
Si el freno tiene un tacto esponjoso, quiere decir que hay aire en el circuito hidráulico, que el líquido de frenos no es adecuado o que uno de los cálipers o mordazas se ha ensuciado o agarrotado. En estos casos, la solución es realizar una limpieza y sustituir los guardapolvos y retenes. Pero también puede estar relacionado con una pinza gripada o un latiguillo en malas condiciones. En ambos casos, es necesario reemplazar la pieza.
Una de las ruedas se bloquea
Otra de las señales de que tenemos un fallo en los frenos es que uno de los neumáticos se queda bloqueado al frenar. Normalmente, porque las conducciones del líquido hidráulico se encuentran obstruidas, por tener pastillas defectuosas, por problemas en los pistones o porque el cable de freno de mano se queda enganchado.