Mi coche da tirones: posibles causas
Una de las señales más molestas y que más dudas nos generan al volante son los típicos tirones, ya que hacen que la conducción resulta más incómoda y hace que nos pongamos más tensos porque no sabemos qué es lo que sucede. Aunque normalmente no suele ser un problema grave, es importante que no lo dejes pasar y que acudas al taller lo antes posible para evitar averías mayores.
Los tirones pueden estar relacionados con diversos motivos, pero pueden encuadrarse dentro de dos grupos más genéricos. Por un lado, problemas de alimentación y por otra los inesperados problemas del circuito eléctrico.
1. Acumulación de humedad
Si la humedad empieza a impregnar la tapa del distribuidor del coche, pueden producirse tirones. Lo cual es bastante habitual cuando el vehículo duerme al aire libre en climas lluviosos y fríos. Aparcar el coche en un lugar cálido y seco o colocar una cubierta térmica puede ayudar a reducir el riesgo de condensación.
2. Bujías gastadas
Si apuras las bujías más de lo debido, el motor no arrancará y no funcionará correctamente. Como el carburante no enciende en cada cilindro en el momento adecuado, el coche da tirones al aumentar la velocidad. Además, puede generar más ruido de lo habitual. El reemplazo de las bujías es barato y sencillo, por lo que es recomendable cambiarlas cuando estén gatadas.
3. Suciedad en los inyectores de combustibles
Si hay suciedad en los inyectores de combustible se producirá una pérdida de potencia y puede que fallas en el motor. Por esta razón, es fundamental que los limpies periódicamente con un producto específico. No obstante, si están tan sucios que ni aun así funcionan, es el momento de cambiarlos.
4. Defecto en la bomba o filtro de combustible
Cuando el motor no recibe la cantidad de carburante necesario, el vehículo puede dar tirones. Lo cual está relacionado con un fallo en la bomba de combustible o con un filtro obstruido, lo que limita el flujo de este.
5. Línea de combustible o de aire bloqueadas
Los motores térmicos necesitan combustible y aire para funcionar. El aire se mezcla con el combustible en el interior del bloque y los calentadores se ocupan de generar la explosión que activa el movimiento de los pistones. Esto es lo que hace que el vehículo se mueva. Si se produce un boqueo en la entrada del aire o de carburante, el ciclo se interrumpe y pueden producirse trompicones al acelerar. Lo bueno es que este fallo suele mostrarse en el cuadro de instrumentos.
6. Fallo en el sistema de encendido
Si las bujías están nuevas y funcionan correctamente, puede que el problema se encuentre en el sistema de encendido. Los sistemas de encendido de los coches modernos están controlados por la ECU del motor, por lo que un defecto en la centralita tendría que ser razón suficiente para realizar un chequeo mecánico a nuestro vehículo.
7. Obstrucción en el convertidor catalítico
Este elemento es el que se ocupa de regular las emisiones que salen por el escape. En algunos casos, la mezclas de carburante y aire que fluyen a través de él pueden obstruirse, lo que puede producir tirones al acelerar. Además, es posible que notes un retraso en la demanda de la potencia, un mayor gasto de combustible o incluso un desagradable olor a huevo podrido.
8. Defecto en el sensor del flujo de masa de aire
Si el vehículo se sacude o avanza al pisar el acelerador, puede que el sensor del flujo de masa de aire esté fallando. La labor de este elemento es medir la cantidad de aire que entra al motor y enviarlo al ECU para que se indique a los inyectores que lleven la cantidad adecuada de gasolina en el momento apropiado para una mezcla adecuada. Lo normal es que el testigo del motor se encienda cuando este sensor no esté funcionando correctamente.