Revisión de vehículos a los 100.000 km
En la actualidad, la edad media del parque automovilístico español es de 12 años, por lo que es habitual que muchos coches estén a punto de superar los 100.000 km o que ya lo hayan hecho. Si queremos que nuestra vehículo se mantenga en perfecto estado y que nos dure muchos años, es importante que hagamos revisiones periódicas, pero también cuando se alcanza este kilometraje. De esta forma, te evitarás muchos contratiempos en forma de averías.
En función de la marca, el número de revisiones que hay que hacer en los primeros 100.000 km variará entre las tres y las seis, siendo la duración de este tipo de revisiones de unos 70 minutos. Y, en lo que respecta al precio, es el coste de los materiales lo que más influye en la factura final, pudiendo variar mucho entre un modelo y otro y entre talleres. Además, no es lo mismo alcanzar los 100.000 km en 4 años que en diez.
Por ejemplo, recientemente vino a nuestro taller un cliente con un Range Rover Vogue V8 313 caballos para hacer una revisión de 120.000 km. Además, necesitaba reemplazar las correas tensores y descarbonizar el colector de admisión. Se trata de un coche muy resistente y con mucha fuerza que no suele dar problemas, pero obviamente requiere de este tipo de cambios de vez en cuando. El coche quedó perfecto para seguir rodando muchos miles de kilómetros.
No obstante, hay además algunos elementos genéricos que siempre deben ser revisados y que te explicamos a continuación.
Cambio de líquidos
El cambio de aceite es una de las tareas más habituales en cualquier revisión. No obstante, no solamente debe cambiarse cada cierta cantidad de kilómetros, sino también por el tiempo recomendado por el fabricante. Incluso si no se usa el coche a menudo, debe cambiarse al menos cada año o cada dos. Y lo mismo ocurre con el filtro del aceite.
También debe cambiarse el líquido refrigerante, sobre todo si ya tiene unos años. Normalmente, se recomienda cambiarlo cada 100.000 km o cuando el coche ha cumplido los 10 años si se trata de refrigerante orgánico, como es el caso de los coches más modernos, y cada 5 años si cuenta con otro tipo de refrigerante.
Por otro lado, es conveniente comprobar los aceites del diferencial y de la caja de cambios, que deben cambiarse, cuando se han alcanzado los 100.000 km o los 10 años. Tanto en los coches manuales como automáticos.
Por último, hay que revisar también el líquido de frenos, que también tiene fecha de caducidad. Es aconsejable cambiarlo cada dos años.
Filtros
Además del filtro del aceite y del aire, que forman parte siempre de una revisión normal, antes de llegar a los 100.000 km o a los cuatro años de edad es conveniente cambiar el filtro de combustible para evitar traspasar impurezas al motor. Y lo mismo sucede con la caja de cambios si es manual.
Revisión de los elementos auxiliares del motor
Es muy importante hacer también una revisión de los distintos elementos que se encuentran en el vano motor que juegan un importante papel en el correcto funcionamiento del propulsor. Algunos de estos elementos son los manguitos, los tubos y las correas auxiliares. Si tienen fisuras o un alto grado de deterioro, será necesario cambiarlos para evitar fugas o filtraciones.
Otros elementos a revisar
En una revisión normal hay otros elementos que también deben ser revisados para determinar si deben sustituirse. Es el caso de las pastillas de freno, los neumáticos, los discos de freno, las bujías o la correa de distribución. Todos ellos elementos que tienen un gran peso en el mantenimiento de los vehículos que cuentan ya con muchos kilómetros o con varios años de edad y que repercuten considerablemente en el grado de seguridad del conductor y del resto de ocupantes del vehículo.