¿Se puede descargar la batería del coche por el frío?
¿Sabías que las bajas temperaturas del invierno pueden afectar negativamente a la batería del coche? Con la llegada del invierno, muchos componentes de nuestro vehículo pueden verse afectados, como los neumáticos, las luces o el aceite.
La misión de la batería es proporcionar energía al motor para arrancar y las bajas temperaturas hacen que la creación y transmisión de dicha energía sean más complicadas y hacen que el ratio de descarga de la batería aumente. Esto no significa que la batería vaya a descargarse, pero sí es cierto que las probabilidades de que esto ocurra aumentan notablemente cuando las temperaturas se acercan a los 0 grados.
Por lo general, el ciclo de vida de una batería es de entre 4 y 6 años, en función de distintos factores, como las propias características de la misma, el clima o el uso que se le da al vehículo. Siendo el frío uno de los factores que pueden acortar su duración. Y, aunque el sistema eléctrico de los coches modernos es bastante eficiente, las baterías tienen una vida finita que suele verse afectada sobre todo por el frío, ya que la reacción que se produce en el interior puede ralentizarse, haciendo descender el rendimiento y dificultando el arranque, precisamente el momento en el que más energía requiere.
¿Cómo proteger la batería del frío?
Cuando las temperaturas descienden a cotas cercanas a los 0 grados, la batería puede llegar a perder hasta un tercio de su carga. Por eso, lo más recomendable durante el invierno es que nuestro coche duerma en un garaje. La cuestión es que no siempre tenemos esa posibilidad y nos vemos obligados a dejar nuestro vehículo muchas horas en el exterior, expuesto a las inclemencias climáticas. Eso sí, podemos tomar ciertas precauciones para proteger la batería y que sufra menos.
En este sentido, con sólo colocar una funda o una manta vieja sobre el capó conseguiremos mantener la temperatura del motor por la noche, aislando la batería del frío exterior. Otra opción es colocar, por ejemplo, un cartón delante de la parrilla, lo que evitará que el viento helado se introduzca en el motor y termine afectando a la batería.
Mantener la batería a plena carga
Sin duda, la mejor garantía para que la batería aguante las bajas temperaturas es que su nivel de carga sea el adecuado, con una tensión por encima de los 12,4 V y comprobables con un simple multímetro.
Además, a la hora de poner en marcha el coche, es recomendable no abusar del motor de arranque. Es preferible realizar varios intentos más breves que uno largo que agote la batería. Recuerda que encender brevemente los faros ayuda a calentar la batería y que funcione mejor para arrancar el motor. Y mantener el embrague pisado también contribuirá al arranque, pues hace que la mecánica oponga una menor resistencia durante el proceso.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que, cuando intentamos arrancar el coche con mucho frío, hay que evitar desperdiciar la electricidad de la batería usando otros componentes como los asientos calefactables, la climatización o la radio. Es conveniente esperar a que hayan pasado unos minutos desde que el motor haya arrancado para conectarlos. De lo contrario, estaremos sobrecargando la batería en un momento en el que se encuentra más debilitada debido a las bajas temperaturas.
Por supuesto, ni que decir tiene que un buen mantenimiento de la batería puede ahorrarnos muchos quebraderos de cabeza. Del mismo modo que sucede con otros elementos del coche, como el líquido refrigerante o el aceite, lo ideal es revisarla cada 6 meses, especialmente cuando llega el frío, que es cuando más sufre y las probabilidades de que falle son mayores.